EL MILAGRO DEL ÁNGEL es un poema sinfónico que describe el milagro del Santo Ángel Tutelar de la Villa de Ayora.

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     Cuenta la leyenda que en el año 1392 la peste y el hambre reinaban en la Villa de Ayora. En la mañana del segundo lunes de enero de dicho año una mujer de nombre Liñana salió de Ayora hacia Jarafuel. En el camino se le apareció un ángel que le dijo «Vuelve a Ayora y anuncia que si acuden a este lugar para hacer una rotativa todos los años, la peste y el hambre que asoman Ayora desaparecerán» . Para que la gente no dudara de la mujer, el ángel se lo escribió en la mano en letras doradas. Liñana así lo hizo y el pueblo fue en procesión al lugar indicado. Tras realizar la rotativa, la peste y el hambre cesaron en Ayora. 

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    La obra contiene cinco secciones en un único movimiento. Comienza con el velatorio, e marcha de procesión, hacia el cementerio, donde el pueblo ruega a Dios por sus almas. Seguidamente, comienza un «Adagio» que describe la soledad y el dolor que la peste y el hambre siembran en Ayora. 

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    La segunda sección, en modo menor con ritmo contrastan y un «solo» de clarinete, describe como la abuela Liñana camina, a paso algo torpe, con una mula terca en dirección a Jarafuel. 

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    La tercera sección hace referencia al Santo Ángel, representado por un «solo» de oboe. Esta sección es un niño a la obra «Gymnopédie nº 1» de Erik Satie, la obra preferida de Beatriz. La referencia musical aparece en dos ocasiones. La primera, cuando aparece el ángel y la segunda, cuando le escribe la promesa. Mientras, la melodía pasa por diversos temas que describen el diálogo del Ángel con Liñana. 

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     La cuarta sección relata el camino de vuelta hacia Ayora, en modo mayor y un poco más ligero para expresar la esperanza suscitada por el ángel. 

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     La última sección comienza con un «solo» de percusión que introduce de forma alegre y jovial la romería del pueblo hacia el lugar de encuentro con el ángel. El tema hace referencia al «Trío» del pasodoble «El Santo Ángel y la abuela Liñana». La obra finaliza con una pequeña coda majestuosa donde los metales realzan las primeras notas que representan el tema del Santo Ángel, en honor a Beatriz como mecenas de estas creaciones.